Los animales que fue posible domesticar fueron entregados por los Dueños de los Animales -Espíritus Invisibles a nuestros ojos, salvo para el chamán- para que nos sirvan de ayuda con sus habilidades. Para usarlos es preciso honrar a los Espíritus y agradecerles. Por la ley de Reciprocidad. Si esos animales son maltratados quién lo haga recibirá otro tanto.
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